martes, 24 de mayo de 2016

No hay motivos para el mal humor social.

 De: Rosa Elvira Vargas.
Subido a la cresta de este mayo caliente, el presidente Enrique Peña Nieto adopta medidas drásticas, como el despido de más de 4 mil maestros en paro, y lanza la iniciativa para legalizar el matrimonio igualitario en todo el país. Con esas acciones se ha colocado en el centro de una opinión social dividida.

De Ayotzinapa, la asignatura perpetua, expresa perplejo: No he logrado entender cuándo pasó el gobierno (federal) a ser señalado implicado, culpable, pues el único interés, asegura, ha sido esclarecer lo ocurrido en septiembre de 2014 en Iguala.

Tampoco encuentra motivos para el mal humor social, pero identifica en las redes sociales la nueva plaza pública. Y a dos semanas de la jornada electoral, lamenta el mucho lodo y basura en las campañas y en todos los partidos. Descarta, de antemano, ubicar en los resultados del próximo 5 de junio una proyección para los comicios presidenciales de 2018.

Peña Nieto concedió a La Jornada una larga entrevista. Ante la pregunta sobre el rechazo de algunos sectores magisteriales a la reforma educativa, identifica liderazgos que la han distorsionado, confundido y defienden sus privilegios. El Estado, manifiesta, no tiene margen para otra cosa que no sea aplicar la ley y despedir a los maestros faltistas.

Respecto del matrimonio igualitario, se confiesa católico pero arguye para la presentación de esa propuesta la condición de México como país laico, libre y que reconoce la diversidad.

Entiendo los tabúes sobre el tema, pero éste es un asunto de derechos y en el que no cabe tener un país con mexicanos de primera y de segunda, donde sólo se reconozcan los derechos de personas en cierta condición y no para el resto de los mexicanos con preferencia sexual distinta de quizá la mayoría.

Admite que la caída de los precios del petróleo no estaba en el radar cuando se cambió la legislación, pero dice no sentirse frustrado: La reforma energética va más allá. Compartir el riesgo con la iniciativa privada evitará grandes endeudamientos del gobierno, como ocurrió hace 50 años, cuando éste invirtió sólo en las áreas de explotación y producción.

Enseguida, las partes sustantivas de la entrevista.

Reforma educativa

–¿Cuál es su posición frente a las protestas contra la reforma educativa y la decisión de despedir a los profesores en paro?

–Fue la primera reforma impulsada con un amplio consenso y tras ponderar las condiciones para empujar un modelo más óptimo, necesario y de calidad. Es evidente que encontró resistencias y, lamentablemente, hay liderazgos que han distorsionado su sentido.

“No tiene orientación punitiva ni para castigar a los maestros. Por el contrario, incluye mecanismos para apoyar la preparación constante del docente y darle más de una oportunidad cuando ha sido evaluado, porque éste es un indicador de cuáles son sus vulnerabilidades o fragilidades.

“Creo que hay un grupo que está defendiendo privilegios. Hay un gran reconocimiento a los maestros –la mayoría– que han hecho suya la reforma y han participado. (Asistieron) más de 90 por ciento de quienes debieron evaluarse en 2015. Muchos ya han recibido incrementos salariales, porque así está previsto. La modificación premia los méritos, las capacidades y el desempeño de los profesores.”

–Entonces, ¿por qué el rechazo?

–No sé a qué atribuirlo. La oposición es en razón de los privilegios que han tenido. Aquí lo más importante es que el maestro esté con sus alumnos. Nadie se opone a su derecho de expresarse, de manifestarse, de protestar. Pero la reforma prevé escenarios en los que se garantice que el docente no esté ausente de su escuela, del aula, y deje a los niños sin clases.

–¿Los despidos anunciados son procedentes?

–El Estado no tiene margen de interpretación para una cosa distinta que no sea aplicar la ley. De no hacerlo así, estaremos en falta seria. Somos sujetos obligados, al igual que los maestros, a lo que mandata la ley, la reforma educativa. La norma en la materia nos impone obligaciones.

“No da elementos de discrecionalidad ni para la negociación. Lamento mucho que haya este número de docentes despedidos (4 mil 243, de cuatro estados, hasta el viernes pasado); no sé si (actuaron) por presiones.

“Además tienen un proceso que seguir, en el cual expongan y den razones, después de recibir la notificación por haberse ausentado de las aulas. Repito: no es el propósito de la ley castigar al maestro. Es un proceso que, reconociendo deficiencias en la capacitación y formación de los profesores, los lleva a estar en condiciones óptimas de educar.

El modelo es bastante generoso, noble. No es sancionador. Hay quienes se han encargado de cargar a la legislación educativa ese sentido de sanción. No lo es. Está hecha para incentivar la buena preparación, la formación, premiar al maestro que hace méritos en su desempeño, que es, a final de cuentas, lo que buscamos para garantizar una mejor enseñanza.

Ayotzinapa

–¿El caso Ayotzinapa quedará como la gran deuda de su gobierno?

–Estamos dispuestos a llegar al esclarecimiento en lo que permita toda la investigación, quizá una de las pocas (en México) con tal nivel de profundidad, de recursos humanos, materiales y financieros del Estado dedicados a la misma.

“Nunca he logrado entender una cosa: cuándo pasó el gobierno a ser señalado, si lo único que quiso fue atraer un asunto ocurrido en una entidad, Guerrero.

“El gobierno (federal) intervino para esclarecer y apoyar la investigación de qué había ocurrido, dónde estaban, cuál había sido el paradero de los jóvenes desaparecidos, en una obligación del Estado de cómo vamos en coadyuvancia y, eventualmente, en sustitución de la autoridad competente a hacer esta investigación. Y así fue como la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo ese asunto.

“El único empeño del gobierno es esclarecer y apoyar la petición de la sociedad en general y de los padres a conocer qué pasó. No hay una bolita de cristal que nos pudiera regresar en el tiempo y saber exactamente con precisión qué ocurrió. Hay indicios, una investigación y elementos que te llevan a conclusiones. Si no a éstas, por lo menos a ciertas hipótesis que ha apuntado la PGR de lo que pudo haber pasado.

“El nivel de apertura del gobierno en este ánimo es tal, que abrimos el espacio para que viniera un órgano de coadyuvancia en esa tarea.

“Pregunto: ¿cuándo pasamos a ser señalados como implicados, culpables? Es una barbaridad sólo pensar ese tema. O sea, querer participar para ayudar a esclarecer, a ser señalados con cierto grado de responsabilidad por lo ocurrido ahí. Me parece un tanto absurda esa transición.

No ha sido una investigación fácil, obviamente. Creo que como ninguna otra. No sé si la del magnicidio del candidato (Luis Donaldo) Colosio. Pero la verdad se ha hecho un gran trabajo, con toda profundidad.

–¿Confía en que su gobierno llegará al esclarecimiento total?

–No voy a acelerar más allá la investigación. Creo que debe seguir todo un proceso. Espero, es mi deseo, que en este gobierno se pueda concluir. Sería lo deseable. Pero es un tiempo que no me toca definirlo, sino a la parte investigadora, a la PGR, que además, lo he reiterado, es la autoridad y tiene la responsabilidad y obligación en términos de ley.

Matrimonios igualitarios

–¿En qué momento y bajo qué criterios decidió impulsar la iniciativa sobre los matrimonios igualitarios?

–Vi el contexto adecuado a partir de mi convicción de lograr una auténtica inclusión. En el ejercicio de la responsabilidad vas logrando una sensibilización a las necesidades y temas que están en el quehacer diario. Este es uno de ellos. Quizá es un tema tabú, pero del que a final de cuentas la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el año pasado, tuvo una definición muy clara y el Estado mexicano estaba ausente de un reconocimiento para las personas que forman parte de ese grupo.

Las redes sociales se han convertido en la plaza pública, donde escuchas distintas voces y expresiones, afirma el mandatario.
–¿Cómo incidirá en la decisión del Congreso para ver éste como un tema de derechos y no sólo de preferencias sexuales?

–He escuchado las primeras posiciones de los partidos, de sus líderes, y en ninguno he recogido una oposición total. El debate se dará a su debido tiempo. Espero que prospere.

“Cuando platiqué con varios colectivos y comunidades (lésbico, gay, bisexual, transexual, transgénero, travesti e intersexual) vi que mucho de esto se da a partir de una mayor visibilidad que tienen. Y, sin duda, es obvio y necesario dar reconocimiento a esos grupos ante la ley, que tengan derechos propios, que se puedan romper los estigmas, los prejuicios y el rechazo social.

Estamos avanzando como sociedad en una mayor apertura, en un reconocimiento real de la diversidad. Con esta iniciativa quiero dar un marco legal que reconozca esta diversidad, que haya pleno respeto y se trabaje en favor de la inclusión de todos los grupos que hay en nuestra sociedad.

–¿Se previó la oposición que podría enfrentar la medida?

–En sentido estricto no hubo cálculo político ni electoral, como muchos han dicho. Tampoco en razón de si era oportuno hacerlo. Se trata de verlo con gran apertura, para que México tampoco quede a la zaga. Soy muy respetuoso de los doctrinas religiosas. Soy católico, pero un jefe de Estado no puede imponer como política una doctrina religiosa. Somos un país laico, libre, que reconoce su diversidad. Debemos cuidar que nuestras normas dejen de ser discriminatorias.

–¿Se trata de un relanzamiento de su gobierno?

–Con toda honestidad, no trabajo para las encuestas. Me fijo metas en razón de lo que creo que este país merece y debe tener, de lo que ofrecí a la ciudadanía, del proyecto de nación que postulé.

“Hay temas en los que eventualmente asumes desgastes, costos políticos, pero estoy convencido de que son para bien de México. No es sólo un empeño o una definición unilateral. Se acredita en los resultados, en las condiciones de desarrollo social, de crecimiento económico, de prosperidad de la gente.

Mal humor social

–¿A qué atribuye la polémica que causó su expresión sobre el mal humor social?

–Lo expresé porque he recogido algunos comentarios. Pareciera que el tema lo abordara por vez primera, pero otros lo han hecho. Solamente lo recuperé. He estado en eventos en los que los líderes de organizaciones empresariales han dicho que pareciera haber malestar, mal humor. Sin embargo, cuando se les pregunta: oye, ¿te está yendo mal en tu pequeño negocio, en tu negocio grande? ¿Estás teniendo problemas? A todos, en términos generales, les está yendo bien.

Los datos acreditan que hay más empleo que nunca. Todos los indicadores hablan de que estamos avanzando. Además, en un entorno mundial muy difícil. En Latinoamérica nos estamos convirtiendo en el principal motor de crecimiento. México está creciendo, no a las tasas que quisiéramos, pero sí de manera relevante.

–Entonces, ¿a qué atribuirlo?

–Es parte de una nueva realidad. No es un tema privativo de México. Cuando me he reunido con otros jefes de Estado, hablan de eso. Las redes sociales han tenido impacto, sin duda, en el humor, porque obviamente hay expresiones de todo tipo. Libres. En México no hay censura de ningún tipo. Las redes han impreso, sin duda, un cambio al sentir social, al humor social, a las formas de expresión.

–¿Hay menos miedo de hablar?

–Sí. En buena medida las redes se han convertido en la plaza pública, donde escuchas distintas voces y expresiones. Tienen impacto en distintos segmentos de la población. Pueden ser opiniones bien fundamentadas o no.

–¿El Estado cómo las tiene que asimilar?

–El gobierno tiene que ocuparse de ser el gran facilitador de condiciones de oportunidad y bienestar.

Elecciones en puerta

–¿Cómo ve el escenario a dos semanas de las elecciones?

–Hay gran efervescencia. Campañas que han estado cargadas de mucho lodo y basura. No es el mejor tono de una campaña. Siempre he estado en favor de las campañas limpias y propositivas. Sin embargo, (ahora) en todos los partidos se han respondido unos a otros de forma a veces muy sucia, muy agresiva. Pero tampoco debe sorprendernos.

–¿Ese ambiente le hace mal a la democracia?

–Para mí, en lo personal, no es lo deseable. Soy más de los que creen en las campañas de propuestas. Pero también hay que decir que así son. O sea, que tampoco nos sorprenda. Creo que, a final de cuentas, prevalecerá la opinión, el criterio y el voto informado que tenga la gente. Lo importante es que esto no desaliente la participación del electorado.

–Para quienes dicen que este es el arranque hacia 2018...

–No creo mucho esto. Cada elección tiene su condición; ninguna puede proyectar un resultado del mañana. De eso estoy absolutamente convencido. Cada una tiene su condición, su dinámica, su juego, equilibrios, balances. Vamos a tener estos resultados. Punto. ¿Y tienen que ver algo o sin proyección de lo que pueda ocurrir en 2018? Creo que no.

Reforma energética

–Su gobierno logró la aprobación de la reforma energética, pero casi al mismo tiempo cayeron los precios del petróleo y Pemex entró en crisis. ¿No es una especie de mala suerte haber logrado cambios en la norma y enseguida encarar ese panorama?

–Nos tocó vivir un mal momento en términos de precios del crudo, que obviamente no estaba en el radar. Pero la modificación es un cambio estructural que va más allá de esa condición. Es una plataforma. Los petroprecios siempre han tenido gran volatilidad.

“A final de cuentas no siento frustración, porque creo que la reforma en el tema energético nos va a permitir estar mejor preparados cuando tengamos mejores precios. Incluso, con los actuales. Por eso no hemos frenado su aplicación. Nos incentiva a encontrar más alianzas estratégicas con el sector privado para poder desarrollar modelos de producción de explotación y producción en campos en los que difícilmente podíamos explotar nosotros solos.

“Lo podíamos hacer, pero con un costo altísimo. México ya pasó por ese modelo cuando en los años 80, en los 70, recurrió a grandes endeudamientos para desarrollar la industria. Éramos eminentemente productores y exportadores de petróleo, vivíamos prácticamente de eso. Se corrió esa gran apuesta. Se endeudó al país para ese propósito y el precio fue altísimo. Hoy buscamos compartir el riesgo evitando que el Estado se endeude para ese propósito.

“Además, los campos de fácil explotación y producción están agotados. Cantarell ha caído. Ese yacimiento nos permitió estar más o menos manteniendo nuestro nivel de producción. Tenemos que entrar a los que están en aguas profundas, donde hemos hecho exploración, pero no explotación. Las inversiones ahí son megacostosas, y lo que queremos con esta reforma es que el riesgo se comparta con el sector privado.

Sistema anticorrupción

–Su propuesta de crear un sistema nacional anticorrupción sigue pendiente en el Congreso. ¿Tiene confianza en que saldrá aprobada?

–El sistema hay que entenderlo, primero, como la manera en que se sanciona la corrupción, donde la haya, y cómo la evitas también con una orientación de carácter preventivo. Creo que va a prosperar. Lo que he recogido del Congreso es que hay un compromiso por llegar a un acuerdo definitivo para tener una legislación en esta materia en el periodo extraordinario del 13 al 17 de junio.

lunes, 16 de mayo de 2016

Yo, el neoliberal.

 
De: Fabricio Mejía Madrid.
Nací en París en 1938 de las angustias de dos austriacos –Von Mises y Hayek– que veían en cualquier Estado social la posibilidad de que el nazismo y el estalinismo se propagaran. Los millonarios fundaron en 1947 la Pelerin Society para apoyarme pues querían evitar regulaciones y pagar impuestos. Lo primero que hicieron fue ocultar que yo era una ideología: “natural”, como las fuerzas del mercado, me definieron. No era yo la división entre Estado y mercado de los viejos liberales, sino la subordinación de la autoridad a los deseos empresariales. El Estado no debe beneficiar a los que no han tenido oportunidades en la vida, sino a quienes las tuvieron todas. ¿Por qué? Porque el éxito es natural: hasta entre los animales y plantas sobreviven los más aptos. Entre nosotros se llaman “ganadores” y “perdedores”. ¿Por qué? Porque las personas son entes competitivos concentrados sólo en su propio beneficio. La competencia beneficia a las sociedades porque todos tratan de hacer lo mejor para sobrevivir. Como resultado, todos tenemos mejores y más baratos productos dentro del mercado libre, intocado por el Estado que sólo lo obstaculiza y no deja que se desarrolle naturalmente. Esto es éticamente aceptable porque es una competencia en donde el éxito o el fracaso es responsabilidad sólo de los que compiten. Margaret Thatcher, una de mis madrinas, lo dijo muy sencillo: “No hay tal cosa como una sociedad. Son individuos viendo por su bienestar y, luego, quizás, por el de sus vecinos”. Nuestro mito fundador es el Ciudadano Kane: un chico abandonado que llega a ser un magnate de periódicos o, más recientemente, un niño solitario que hace computadoras en Silicon Valley. El sueño americano: dejada en libertad, una persona talentosa puede ascender hasta el infinito. De acuerdo con su esfuerzo y talento, todos tienen lo que merecen. Eso no se puede medir más que en dinero. Lo “intelectual”, perdón, si no deja billetes, no es realmente tan inteligente. Por eso no somos una ideología, sino sólo un método en el que sólo sobreviven los mejores. Es el mercado el que decide. Nadie más. Como en el Chile de Pinochet, cuando mis teorías fueron probadas. En estas páginas alguien preguntó en aquella época: “¿Se necesitará una dictadura para desarrollar a un mercado libre?”. Se lo preguntó en serio, en el auge del salinismo. Y es que, ya en confianza, les confieso que cuando digo que sólo alentamos lo mejor, a los ganadores, es porque nosotros decidimos de antemano qué es ser exitoso. Por supuesto los hombres, antes que las mujeres. Y los blancos sobre los demás. La puerta es así de estrecha y, como no se abre más porque eso sería atentar contra la libertad del esfuerzo, pues mucha suerte al enorme resto que se queda fuera. No somos cavernícolas. Medimos el éxito y el fracaso. Son números. Ésa es la nueva “calidad”: lo estandarizado. Por eso no nos importa si los servicios privatizados son ahora de mala calidad y caros. O explotan. Lo único que puede medirse es la ganancia. Un buen libro será el bestseller. Un mejor candidato, el que las encuestas muestran al alza. La tele y el rating. Lamentablemente esto no funciona en la educación o en la salud públicas. Es dar dinero a un barril sin fondo lleno de los que naturalmente ya han fracasado: los perdedores, los enfermos, los viejos. Los que no pueden pagar de su bolsa su propia supervivencia. No son aptos. No pueden entrar por la rendija de la puerta que, la verdad, está siempre cerrada. Los que no se esfuerzan y esperan todo del gobierno no reconocen que son malos, estúpidos, defectuosos o, quizás, no quieren hacer el esfuerzo de triunfar. Los miro con desdén como lo haría una lady o un mirrey. Creo que lo estandarizado es bueno en sí mismo: cuántos egresados salen de una universidad, cuántos medicamentos administra un hospital, en cuánto tiempo se puede filmar una telenovela. Al menor costo. Al máximo beneficio. El contexto no me importa porque no puedo estandarizarlo: en qué región está la universidad, qué tipo de pacientes llegan a ese hospital, quién hizo la historia de la telenovela y quién la interpreta. Con eso no puedo. Esa gente no triunfa y, después, sin poder alguno, se automutila o, peor, va e incendia camiones, avienta piedras. Se vuelven criminales porque no pueden con su propio fracaso. Para ellos, jamás un programa de ayuda y, sobre todo, más policía.

Además de en la competencia libre –no me importa que la mayoría de los ricos vengan ya de familias millonarias, es decir, que sean herederos o influyentes– creo en que la identidad viene de uno mismo y la ética siempre nos la imponen de afuera. No creo que ninguna identidad se deba a factores externos ni que la ética sea intrínseca en todos los hombres. Ésas son tonterías: hay un hombre libre luchando por salir de las regulaciones, los pagos de impuestos, las ideologías. Si eso les causa depresión, anorexia, automutilación, fobias sociales, terror al cara a cara, no es menos mi culpa que el deterioro ambiental o las crisis de desempleo masivo. Verán, todo eso es su culpa. No hacen nada, no se informan, se mantienen cool, paralizados, en shock.

Y es que cuando una ideología ya ha triunfado es cuando no requiere justificaciones. Tómense una pastilla para su frustración. Si es que pueden pagarla. Ése soy yo.
 
Fuente:  http://www.proceso.com.mx/440593/yo-el-neoliberal

viernes, 6 de mayo de 2016

El Inframundo mexicano.

 
De: José Gil Olmos.
Hace algunos años, quizá una década, nadie se imaginaba el infierno dantesco que hoy vivimos y que lamentablemente se ha tornado para muchos en algo normal.

En el inframundo mexicano de hoy tenemos escenas grotescas, propias del cine gore y que no se ven en ninguna parte del mundo, incluidos los países que han sido gobernados por dictadores de mala sangre.

En un solo día o por la noche podemos ver cuerpos mutilados, fosas clandestinas regadas por cerros, montañas y hasta en patios de casas, niños sicarios que cobran unos cuantos pesos por asesinar a alguien, adultos embrutecidos por la drogas capaces de desaparecer a cientos en tambos llenos de ácido, niñas y mujeres ejecutadas a plena luz del día, pederastas sonriendo a las cámaras, adolescentes en clases de mutilación de cuerpos, policías y soldados torturando, curas abusando de niños y políticos gobernantes, banqueros y financieros compartiendo la mesa con los líderes del crimen organizado.


Dante Alighieri tendría que reescribir su poema La Divina Comedia si estuviera una temporada en México describiendo el infierno diario que hoy vivimos.

Pero ya no sería una comedia-poema la que tendría que escribir porque ya no tendría un final feliz, sino una novela con tintes terroríficos, donde habría de estar la Coatlicue con su falda de cráneos y serpientes como guía del inframundo mexicano.

El viaje de Alighieri por México podría empezar como turista por Acapulco el pasado fin de semana. El infierno tropical del puerto sería el arranque para describir el miedo que pasaron los turistas y habitantes por el enfrentamiento de una hora y media entre pistoleros y policías. Luego, ahí mismo en Guerrero, una visita guiada por la montaña para mirar los campos de amapola trabajados por niños y mujeres con la piel pegada a los huesos como muertos vivientes.

Después, hacia los cerros donde decenas de mujeres y hombres agachados escarban las entrañas de la tierra buscando huesos de sus familiares desaparecidos.

El viaje de Dante podría continuar hacia Morelos, donde no hay día que pase sin asaltos, ejecutados y asesinados por los pueblos indígenas donde las drogas han sustituido al alcohol.

Como si fuera un deporte de alto riesgo, el poeta italiano podría seguir por Veracruz, mirar los cuerpos incinerados del complejo petroquímico de Coatzacoalcos y luego seguir la ruta de los migrantes centroamericanos para contemplar las violaciones a las mujeres, las golpizas a los hombres y jóvenes que son extorsionados por criminales y policías que, al final, son lo mismo.

Posteriormente, podría dirigir sus pasos hacia el Estado de México o hacia Tamaulipas donde la gente ya no sale a la calle o a las carreteras en la noche porque son controladas por hordas motorizadas de criminales que transportan droga, armas e ilegales con la anuencia de policías y militares que les cuidan la retaguardia.

También podría tomar la ruta del pacífico y virar hacia Michoacán, donde los Caballeros Templarios y sus coterráneos del Cartel de Jalisco Nueva Generación cocinan miles de pastillas psicotrópicas que transportan por tierra, mar y cielo hacia Estados Unidos. Lo mismo que el Cartel de Sinaloa o el de Tijuana.

Pero en la nueva obra de Dante ya no habría nueve infiernos, sino decenas porque en cada uno de los rincones del país hay miles de tragedias humanas con pecados como la abulia, la lujuria, la gula, la ira, la envidia, la avaricia y el orgullo convertidos en virtudes públicas entre los gobernantes.

Tampoco sería una divina comedia con un final feliz, pues tendría que contemplar los círculos del infierno en los cuales al final de uno se empieza describiendo el absurdo infernal en que se ha convertido vivir en México en este arranque de siglo.

Fuente: http://www.proceso.com.mx/439455/el-inframundo-mexicano

jueves, 5 de mayo de 2016

Grandes empresas no pagaron impuestos por $60 mil millones.

 De: Víctor Cardoso.
Grandes empresas que operan en el país, nacionales y extranjeras, dejaron de pagar contribuciones por cerca de 60 mil millones de pesos entre marzo de 2015 y el mismo mes de este año, lo que se tradujo en un crecimiento de 17 por ciento en la cartera de créditos fiscales del gobierno federal.

Datos oficiales de la Secretaría de Hacienda indican que los créditos fiscales de los 4 mil 858 grandes contribuyentes se ubicaron al cierre del pasado marzo en un total de 178 mil 20.5 millones de pesos, lo que representó un incremento de 50 por ciento respecto de los 118 mil 692 millones registrados en el mismo mes del año pasado.

El gran contribuyente es responsable de casi una tercera parte del adeudo registrado como crédito fiscal y que, de acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda, al primer trimestre del año se elevó a 557 mil 963.2 millones de pesos. Eso implicó un incremento de 17 por ciento respecto de los 476 mil 444 millones del mismo periodo de 2015.

El monto alcanzado por los créditos fiscales hasta el primer trimestre del año es 25 por ciento superior a los 419 mil 68.3 millones de pesos que ingresaron a las arcas públicas por concepto de recaudación del impuesto sobre la renta.

De acuerdo con registros del Servicio de Administración Tributaria (SAT), entre enero y marzo de este año se tenían registrados un millón 449 mil 881 causantes con créditos fiscales, tanto personas físicas como morales. Ese número representa 2.79 por ciento del total del padrón de contribuyentes activos, que sumó 51.9 millones.

Conforme al desglose de las autoridades, las personas morales, es decir, empresas pequeñas medianas y grandes, presentan adeudos con el fisco catalogados como créditos fiscales por 462 mil 963.8 millones de pesos; las personas físicas que no realizan alguna actividad empresarial deben 66 mil 364.1 millones de pesos, mientras las personas físicas con actividades empresariales suman 28 mil 635.4 millones de pesos.

Paradójicamente fueron las personas físicas con actividad empresarial las que mejoraron su situación ante el SAT, pues redujeron sus créditos fiscales en 3.15 por ciento, que implicó una disminución por 931.5 millones de pesos en el primer trimestre, comparado con igual periodo de 2015. Las personas morales, por el contrario, elevaron la cartera de créditos fiscales en 19 por ciento, es decir, 73 mil 980.2 millones, en tanto la cartera de créditos fiscales de las personas físicas sin actividad empresarial creció 14.6 por ciento, con un aumento de 8 mil 470.7 millones de pesos.

Avance recaudatorio

En contrapartida, el SAT informó que durante los primeros tres meses del año se recaudaron 7 mil 344 millones de pesos, por efecto de los actos de control de obligaciones, lo que implica un aumento de 29.3 por ciento en términos reales, en comparación con el mismo periodo de 2015 (5 mil 531 millones). Además, se captaron otros 16 mil 283.4 millones por actos de fiscalización, monto 30.9 por ciento real inferior que el recaudado en el mismo periodo de 2015. No obstante, el SAT afirmó que en el periodo se observó una recaudación promedio por acto (de control y fiscalización) de un millón de pesos.

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2016/05/04/economia/017n1eco