#22M Marchas de la Dignidad.
Las Marchas de la Dignidad, me dejaron la esperanza viva y la certeza de que un pueblo unido, pone a temblar al gobierno.
Recién regresé de la manifestación, me encontré en los medios una narrativa muy distinta a lo que vi. Hubo muchos más de esos 'pocos ciudadanos' que dijo Francisco Marhuenda (alguien que es de la escuela de López Dóriga, pero más descarado, arrastrado y mentiroso).
Tampoco hubo 'violentos manifestantes', ni 'neonazis' o ultraradicales de izquierda, como dijo Ignacio González (alguien que se parece en sus discursos, al estúpido de Javier Duarte).
Esto es lo que yo vi, desde que salí del metro: una impresionante columna humana, formada por familias, niños, jóvenes, ancianos, trabajadores, mujeres, hombres....
Lo que vi fue a un pueblo en su derecho de protestar por la brutalidad con la que el gobierno los está haciendo pedazos.
Al final, hubo represión. Como siempre, hubo represión. Pero hoy usaron elementos que jamás había visto en España, como lo son los gases lacrimógenos.
Nadie puede asegurar que aquellos que rompieron cristales de bancos o quemaron contenedores, no hayan sido provocadores infiltrados, porque sabemos que así se las gastan. Tampoco podemos asegurar que haya sido gente que decidió que ya estuvo bueno de manifestaciones pacíficas, porque ya están cansados de vivir observando cómo se roban lo poco que queda. Y si así fue ¿quién tiene entonces la culpa? ¿con qué cara se atreven a criticar una quema de un contenedor o unos cristales dañados, cuando ellos han provocado suicidios y pobreza? ¿Quién es el verdadero criminal?