El senador priista Carlos Romero Deschamps, quien llegó a la sesión acompañado del coordinador priista Emilio Gamboa Patrón, rompió su largo silencio en este proceso cuando el panista Francisco Domínguez Servién estaba presentando su voto a favor.
–¿No ha sido Pemex empresa productiva? –preguntó el dirigente del sindicato de la paraestatal al senador del blanquiazul, cuando éste leía su alegato.
Nervioso, Domínguez le respondió que “ahora va a ser más productiva” con la reforma.
–En 76 años de vida, la vida de Pemex ha sido la de una empresa competitiva –le espetó Romero Deschamps, molesto.
Domínguez Servién continuó con su discurso. Reprochó que de 2008 a 2014, por falta de productividad, se perdieron un millón de barriles diarios.
–¿Dónde se quedó el dinero del millón de barriles diarios que se perdieron, señor Romero Deschamps? –le reviró Domínguez al líder sindical, quien lo tenía enfrente, en clara referencia al Pemexgate.
Romero pidió la palabra “para hechos”, ante un confundido David Penchyna, quien no sabía qué hacer ante las ganas de hablar del dirigente del gremio petrolero.
En ese momento ya no estaba en el salón de comisiones unidas Gamboa Patrón, que siempre trata de “vigilar” al poderoso líder sindical.
–Pues ¿dónde quedó el dinero? Pregúnteselo al expresidente Felipe Calderón –respondió molesto, desde su asiento, Romero Deschamps.