Antes de que empezara la evaluación docente, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) tuvieron una diferencia: la dependencia federal cerró las puertas para que el organismo autónomo cumpliera con uno de sus principios básicos: realizar una consulta entre los docentes del país sobre este proceso, previa a su aplicación.
Ante esa negativa, el INEE se vio orillado a aplicar una consulta virtual entre 60 mil profesores, pero ello no fue suficiente para que la prueba que actualmente aplica la SEP fuera validada en campo.
Así lo confirmaron los propios integrantes de la junta de gobierno del INEE ante expertos en temas educativos y profesores durante el 13 Congreso nacional de investigación educativa, organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (Comie), que se realizó a finales de noviembre en la ciudad de Chihuahua.
Los cinco consejeros de esta instancia autónoma participaron en una de las mesas de este congreso, donde fueron cuestionados por investigadores y maestros en torno a las razones que los llevaron a permitir que se vulnerara uno de los principios sobre evaluación del INEE, el de la participación.
Las preguntas
Los profesores serían consultados sobre dos preguntas: ¿Qué se entiende por un buen maestro?, y ¿Cómo se evalúa eso que se entiende por un buen maestro?
Al respecto, la consejera presidenta del INEE, Sylvia Schmelkes, señaló que esto se dio por los tiempos establecidos en la Ley del Servicio Profesional Docente que demandaban comenzar a aplicar la evaluación.
El instituto intentó introducir el principio de la participación, nos parecía fundamental que la evaluación se consultara con los maestros que iban a ser evaluados. Por ello propusimos a la SEP que nos permitiera llevar a todos los consejos técnicos escolares la consulta. Pero nos cerraron las puertas de estos consejos y la consulta no se realizó, aceptó.
Los principios del INEE sobre este tema –que están en la página del instituto– señalan lo siguiente: “La evaluación docente requiere definir lo que en nuestro sistema educativo se entiende por un buen maestro (…) Clarificar las características que debe tener todo buen maestro permitirá definir criterios para la evaluación, así como los niveles de logro que distingan diferentes dominios de la profesión docente. Esta definición habrá de construirse mediante un proceso de reflexión y análisis con autoridades educativas, con diferentes actores interesados en la educación y, por supuesto, con docentes de todo el país (…) Con estos elementos el instituto podrá ‘expedir los lineamientos a los que se sujetarán las autoridades educativas federal y locales para llevar a cabo las funciones de evaluación que les corresponden’ en relación con los docentes, de conformidad con lo que establece el artículo tercero constitucional”.
En un intento por cumplir con el principio de la participación, el INEE realizó de manera rápida una consulta virtual sobre esas dos preguntas en la que participaron 60 mil mentores, según dijo Schmelkes en el congreso organizado por el Comie.
Los plazos han sido cortos para cumplir una función del INEE, que es validar los instrumentos (de evaluación). Esa es una función importante, y lo hemos hecho, pero con base en muestras y no totalmente, porque no nos ha dado tiempo, pues los plazos ya estaban establecidos, señaló la consejera presidenta.
Al responder a un profesor que también reclamó sobre esa omisión, el consejero Eduardo Backhoff –según versiones de algunos de los participantes– expresó que la prueba que actualmente aplica la SEP no es del todo confiable.
Ante esa negativa, el INEE se vio orillado a aplicar una consulta virtual entre 60 mil profesores, pero ello no fue suficiente para que la prueba que actualmente aplica la SEP fuera validada en campo.
Así lo confirmaron los propios integrantes de la junta de gobierno del INEE ante expertos en temas educativos y profesores durante el 13 Congreso nacional de investigación educativa, organizado por el Consejo Mexicano de Investigación Educativa (Comie), que se realizó a finales de noviembre en la ciudad de Chihuahua.
Los cinco consejeros de esta instancia autónoma participaron en una de las mesas de este congreso, donde fueron cuestionados por investigadores y maestros en torno a las razones que los llevaron a permitir que se vulnerara uno de los principios sobre evaluación del INEE, el de la participación.
Las preguntas
Los profesores serían consultados sobre dos preguntas: ¿Qué se entiende por un buen maestro?, y ¿Cómo se evalúa eso que se entiende por un buen maestro?
Al respecto, la consejera presidenta del INEE, Sylvia Schmelkes, señaló que esto se dio por los tiempos establecidos en la Ley del Servicio Profesional Docente que demandaban comenzar a aplicar la evaluación.
El instituto intentó introducir el principio de la participación, nos parecía fundamental que la evaluación se consultara con los maestros que iban a ser evaluados. Por ello propusimos a la SEP que nos permitiera llevar a todos los consejos técnicos escolares la consulta. Pero nos cerraron las puertas de estos consejos y la consulta no se realizó, aceptó.
Los principios del INEE sobre este tema –que están en la página del instituto– señalan lo siguiente: “La evaluación docente requiere definir lo que en nuestro sistema educativo se entiende por un buen maestro (…) Clarificar las características que debe tener todo buen maestro permitirá definir criterios para la evaluación, así como los niveles de logro que distingan diferentes dominios de la profesión docente. Esta definición habrá de construirse mediante un proceso de reflexión y análisis con autoridades educativas, con diferentes actores interesados en la educación y, por supuesto, con docentes de todo el país (…) Con estos elementos el instituto podrá ‘expedir los lineamientos a los que se sujetarán las autoridades educativas federal y locales para llevar a cabo las funciones de evaluación que les corresponden’ en relación con los docentes, de conformidad con lo que establece el artículo tercero constitucional”.
En un intento por cumplir con el principio de la participación, el INEE realizó de manera rápida una consulta virtual sobre esas dos preguntas en la que participaron 60 mil mentores, según dijo Schmelkes en el congreso organizado por el Comie.
Los plazos han sido cortos para cumplir una función del INEE, que es validar los instrumentos (de evaluación). Esa es una función importante, y lo hemos hecho, pero con base en muestras y no totalmente, porque no nos ha dado tiempo, pues los plazos ya estaban establecidos, señaló la consejera presidenta.
Al responder a un profesor que también reclamó sobre esa omisión, el consejero Eduardo Backhoff –según versiones de algunos de los participantes– expresó que la prueba que actualmente aplica la SEP no es del todo confiable.
Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2015/12/14/politica/009n1pol