Señor José Antonio González Anaya Director general del Instituto Mexicano Del Seguro Social (IMSS),
Señor José Adalberto Castro Castro Delegado del IMSS,
Señor Víctor Manuel Pérez Pico Jefe de Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Sinaloa (CAMES)
y a Opinión publica.
Espero poder llegar a ustedes por este medio.
Disculpen si no parezco una persona con suficiente clase o inteligencia para dirigirme hacia ustedes pero no hay tiempo para ponerme a estudiar. Soy una joven de 20 años de edad de la cuidad de Los Mochis, Sinaloa y sufro de una enfermedad en los pulmones que me esta afectando al corazón e indirectamente a otros órganos. Se llama hipertensión arterial pulmonar severa primaria, y al parecer es muy extraña. El motivo de este escrito es porque ya me canse.
No se imaginan lo desgastantes que han sido estos dos años de enfermedad para mi y para mi familia, y tal vez ustedes se preguntaran ¿por qué me dices esto a mi? Bueno, ustedes son los principales responsables. No por mi enfermedad si no por sus medidas de como combatirla. Gracias a mi enfermedad no puedo tener una vida normal como la tienen ustedes. No voy a la escuela, no salgo con amigos y mi vida depende de un tanque de oxigeno y mil pastillas. Y se que todo esto se puede arreglar si tan solo el seguro social me proporcionara la bendita cita al hospital en la cuidad de Guadalajara. Tenemos meses esperando esa cita. Ya los hice felices yendo a la cuidad de Obregón y allá me dijeron que no me pueden hacer nada, ya esta la negativa en Guadalajara (lo que supuestamente se necesitaba para mi traslado) y ahora me salen con que no me pueden mandar para allá desde mi ciudad, sino que tengo que ir primero a Obregón para que de allá me manden. Lo que les preguntó a ustedes es ¿que hay que hacer para que las cosas procedan sin trabas? Tengo que ser rica? Poderosa? Dueña del IMSS? Presidente de la república? Señores si fuera todo eso no necesitaría esperar tanto tiempo por una cita que, por lo visto, nunca va a llegar. Necesito respuestas claras y no que traigan a mi madre dando vueltas de aquí para allá dos veces por semana por una cita que ni siquiera se ha mandado. Estoy harta de su egoísmo y de que hagan las cosas tan complicadas, estoy harta de ver llegar a mi mamá con lágrimas en sus ojos porque de nuevo le vieron la cara. No se imaginan la impotencia que siento al ver como los trabajadores de la institución nos dan largas y largas. No saben como me siento al saber que mi salud puede mejorar pero que gracias a na burocracia esto sigue sin avance y al contrario estoy empeorando. Lo peor es que no solo soy yo, hay miles de personas esperando igual que yo y por mucho mas tiempo y no les resuelven. Esperan que la gente muera? Cuantos mas necesitan para ponerse a trabajar? A donde se va el dinero de todos los trabajadores y estudiantes que pagan este servicio? Mas que enferma, me tienen cansada. Pero, a pesar de todo esto, confió en que aun quedan personas comprometidas con su trabajo dispuestas a ayudar a las personas que, como yo, estamos en situaciones difíciles. Por su atención, gracias.
Atentamente: Adriana Guadalupe De Haro Murúa.