domingo, 6 de abril de 2014

Protestan autodefensas contra Marina y Ejército; rechazan desarme.



APATZINGÁN, Mich. (proceso.com.mx).- Integrantes de los grupos de autodefensa ciudadana de Tierra Caliente se manifestaron en contra de la Marina y el Ejército, ante el anuncio del desarme realizado por el comisionado Alfredo Castillo.

Anoche realizaron bloqueos en la autopista Siglo XXI que comunica a Uruapan con Apatzingán que más tarde retiraron, pero mantuvieron los retenes en la glorieta de Cuatro Caminos, así como a la entrada de algunas poblaciones donde las autodefensas tienen presencia.

Por esta autopista, al cruzar la caseta de Nueva Italia, se pudo observar un puesto de revisión de la Policía Federal y más adelante un retén militar fuertemente armado con camionetas y un tráiler.

Tanto en Apatzingán como en Nueva Italia se pudieron observar también negocios abiertos y libre circulación de autos y autobuses. No se suspendieron las corridas de camiones de pasajeros como se había anunciado ayer.

En la glorieta de Chandio en Apatzingán, varias decenas de hombres desarmados vestidos con playeras blancas con la leyenda de “Grupo de autodefensas La Huerta” se manifestaron desde la mañana en contra de la presencia de la Marina y el Ejército.

“El problema no es con la Policía Federal sino con los militares y marinos que nos quieren desarmar, pero no nos vamos a dejar. A ver cómo nos va”, dijo un autodefensa que llevaba una cartulina con el mensaje “fuera Marina”.

Los autodefensas, así como jóvenes y jovencitas detenían a las unidades de transporte público, taxis y algunos automovilistas para pedirles su permiso y plasmar con pintura blanca sus demandas.

Las manifestaciones fueron convocadas por el doctor José Manuel Mireles, quien por las redes sociales mandó un mensaje para que la población no permita el desarme de las autodefensas.

Mireles recuperó el papel de vocero de la coordinación general de los autodefensas y policías comunitarios de Michoacán en una reunión celebrada ayer en Tepalcatepec con la asistencia de 34 líderes.

El médico anunció que no permitirán el desarme de las autodefensas hasta no liberar a todo el estado del crimen organizado.

Esta es la respuesta a las declaraciones hechas por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien hace unos días dijo que ya no tenía razón de ser la presencia armada de las autodefensas. Así como el anuncio del mediador, Alfredo Castillo, de que a más tardar en dos semanas iniciaría el desarme.

“Dejaremos las armas hasta acabar con los Templarios”

Los Grupos de Autodefensas Unidos por Michoacán habían anunciado marchas para este domingo en los 34 municipios en los que tienen presencia para exigir que no los desarmen, además de la salida de la Marina y el Ejército.

“La Policía Federal es la única que nos apoya, ahorita no se ven porque están acuartelados, seguimos con ellos en la lucha contra los Templarios y el crimen organizado”, dijo El Comandante Cinco.

El coordinador de comandantes exige la salida del Ejército y la Marina de “nuestros pueblos” porque “tenemos miedo de que nos desarmen y nos ataquen los del crimen organizado apoyados por marinos y soldados”.

El Comandante 5 reiteró que por ningún motivo las autodefensas entregarán las armas hasta que les regularice y se termine con los Templarios.

“Vamos a hacer protestas (marchas y mítines) a partir de hoy en los 34 municipios en poder de los Autodefensas Unidos de Michoacán pues así se acordó, además de acciones de resistencia civil”, anunció.

Los autodefensas detenidos anoche ya fueron liberados y los pobladores levantaron el bloqueo de la autopista Siglo XXI.

El Comandante 5 consideró que la situación de las autodefensas como grupos armados debe ser parte de un diálogo con el gobierno federal.

“Esto aún no acaba, queda mucho crimen organizado qué combatir en Michoacán; cuando esté limpio entonces veremos lo del desarme, ese fue el acuerdo”, afirmó el coordinador de los comandantes de autodefensas.

Carta de J.M. Mireles al Papa Francisco.

Es el grito desesperado de un pueblo al que ya no le quedan mas recursos que recurrir a Dios...Aunke todos los dias estas personas se encomiendan a él...Cómo me dueles mi Michoacán...
Tierra Caliente, Michoacán, Marzo del 2014
Santo Padre:
Acudimos a usted con la confianza que un católico tiene en su pastor.
Sabemos que es un hombre de Dios, sensible por el sufrimiento ajeno y allegado a los más necesitados: a los pobres, los desprotegidos, los perseguidos y los olvidados; Dios ha encendido en su corazón amor por el prójimo.
Nos anima que considere que la paz es una obra artesanal y no artificial, hecha por individuos movidos en la esperanza y en la caridad, como lo escuchamos muchas personas en el mundo en su mensaje de Navidad.
Nosotros somos sus hermanos latinoamericanos, somos mexicanos que vivimos en Michoacán, un bello estado de tierra fértil de la costa central del Pacífico mexicano, lugar de origen de hombres valientes y mujeres honestas.
Aquí se nos ha enseñado que la esperanza del cristiano es capaz de vencer las más grandes dificultades, de mirar siempre por la paz y la justicia. Sin embargo, en los últimos años esa paz y esa justicia han sido mortalmente heridas y están agonizando.
El cártel de los Caballeros Templarios tiene el control de Michoacán y nos han mermado la esperanza. Hemos vivido en carne propia cómo nuestros padres, hermanos e hijos han muerto a manos de los narcotraficantes, hemos visto cómo los desaparecen, cómo nos extorsionan, nos roban y nos matan; cómo abusan de nuestras madres, cómo son capaces de colgar de un puente a nuestras hermanas embarazadas.
Nos obligan a vivir en un infierno; la violencia desmedida y el sufrimiento de los inocentes son el pan de cada día.
Los Caballeros Templarios son la ley sin justicia, los que realmente gobiernan nuestro estado. El gobierno federal nos ha abandonado y estamos olvidados de nuestras autoridades estatales.
Dios es el único que no nos deja, Él nos mantiene con esperanza y camina sufriendo con nosotros, nos lleva de la mano, a través de sus pastores, cinco de los cuales han sido brutalmente asesinados en esta región en los últimos tiempos y muchos otros amenazados. Estamos acorralados.
A pesar de que los horrores que nos imponen los criminales, la esperanza en Jesús no nos la pueden robar.
Por eso acudimos a usted, porque creemos que sus palabras y sus oraciones pueden reconstruir donde el mal y el egoísmo han destruido, y donde el olvido y la negligencia han abierto camino a la muerte.
No queremos ver a nuestra tierra convertida en un reino de sangre y humillación, no queremos a nuestras familias destruidas y muertas, no queremos llorar más padres, ni hermanas. No queremos más cabezas sin cuerpo, más madres sin hijos, no queremos más tristezas ni más dolor. Tenemos miedo. El nuestro es un grito de auxilio.
Dios, por su parte, sabe incendiar los corazones. A los que nos faltaba arrojo, nos colmó de coraje. En un intento urgente por recobrar el derecho a la vida que nos niegan los criminales y que olvida nuestro gobierno, las Autodefensas de Michoacán, es decir, nosotros, nuestros padres, madres, hermanos, hermanas nos levantamos en armas contra los Caballeros Templarios. Nos hemos defendido, han hecho la tarea que el gobierno no quiere hacer.
Sin experiencia, con el corazón en la mano, con respeto por los inocentes y con vocación de libertad hemos avanzando y vamos recuperando lo que era de todos nosotros: la paz, nuestra tierra fértil, la que Dios regaló a nuestros antepasados.
Y aunque nos quieran destruir, el pueblo de México nos apoya desde el corazón y sabemos que Dios nos bendice, pues peleamos por nuestros derechos fundamentales: el Derecho a la Vida, a la libertad, a la seguridad y el derecho a revelarnos contra la opresión. Tal como se consigna en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. No pedimos más, solo queremos vivir en paz.
Santo Padre, con la esperanza que nos da la fe en Jesús, que no abandona a los que entregan sus vidas por los que aman, le pedimos que bendiga la lucha de estas Autodefensas Michoacanas, que nos hemos levantado contra la opresión, en un intento urgente por salvarnos.
No queremos más balas disparadas, pero no les han dejado otra salida: Era armarnos o morir a manos de los narcotraficantes, viviendo como esclavos.
Ténganos presentes, a los michoacanos, en sus oraciones, así como nosotros lo tenemos a usted. Tanto a los que peleamos por la justicia, para que Dios nos guarde, como a los mismos criminales, para que Dios les toque el corazón y se conviertan y dejen de matar.
No queremos más muerte, no queremos más miedo.
Con los ojos puestos en Dios y las manos trabajando por nuestros hermanos. Queremos labrar la tierra como antes, trabajar, comerciar, vivir, rezar, sin los horrores de la guerra, pero para esto es necesario que el crimen deje de tener el control sobre Michoacán: que paren los secuestros, los asesinatos y las violaciones; los robos, las extorsiones y las desapariciones.
Santo Padre, le pedimos que haga un llamado a toda la Iglesia, especialmente a la Iglesia Mexicana, para que unidos en oración y comunidad, tomemos conciencia del dolor de los Michoacanos y se solidaricen pues, este mal de la corrupción y la violencia, crece por todo nuestro país.
También le suplicamos que haga un llamado al gobierno de México, a nuestro Presidente, Enrique Peña Nieto y a nuestro Gobernador, Fausto Vallejo Figueroa, para que detengan y procesen a los Caballeros Templarios, y para que detengan la ilógica persecución contra los Autodefensas Michoacanas –están metiendo a la cárcel a quienes sólo luchan por la paz y el derecho. Le suplicamos haga un llamado al Gobierno Mexicano para que haciendo la labor que le corresponde nos devuelva la tranquilidad.
Sabemos que la voz del Papa habla con la verdad, a favor de la vida y en la caridad. Si bien nuestras voces no siempre pueden ser escuchadas, la suya sí. Le damos gracias a Dios por contar con un hermano y un pastor que habla por los que no somos escuchados. Por eso pedimos su ayuda. Tenemos esperanza en que de la mano de Cristo y bajo el manto de la Virgen de Guadalupe, la justicia podrá regresar a nuestra tierra.
Dios le bendiga.
En la esperanza de Cristo,
Sus hijos Michoacanos.

Dr. José Manuel Mireles Valverde.
Consejero de las Autodefensas de Michoacán.
Vocero