miércoles, 20 de agosto de 2014

El despojo de nuestros territorios lo sufrimos todos.

El pasado 16 de agosto se llevó a cabo el Encuentro Nacional por la Tierra, el Agua y la Vida en la comunidad de San Salvador Atenco, Estado de México. «El despojo de nuestros territorios lo tenemos todos y es necesario unir nuestras luchas», fueron algunas de las palabras de los pobladores locales, quienes hicieron un fuerte llamado a las comunidades en resistencia. Todos convergieron en seguir combatiendo contra la explotación minera, las termoeléctricas, las represas, los gasoductos, aeropuertos, complejos turísticos, sólo por mencionar algunos megaproyectos que asedian y destruyen tanto las tierras como el tejido social en muchos rincones del país, a través de múltiples mecanismos de represión contra quienes integran las luchas.

En este encuentro participaron comunidades y organizaciones sociales. Destaca la presencia de San Francisco Cherán, la Campaña sin Maíz no hay País, la Campaña Agua para Tod@s, Tecamac, el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (CECOP), Tosepan y Zautla de Puebla, El Barzón y el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME). Cada una de las organizaciones y comunidades compartió el espíritu de las luchas que llevan a cabo desde sus territorios, la manera en el que viven y resisten a la represión del Estado; con gritos de aliento y fuerza se repetían las consignas, al mismo tiempo que los miembros del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco las impulsaban con mayor energía.

Al término de la presentación, se conformaron mesas de trabajo para discutir con el tema «Sin un proyecto de vida no detendremos un proyecto de muerte» de los cual se desglosaron los siguientes subtemas para analizar en conjunto:

Defensa de los territorios contra el despojo.
Defensa de la tierra y la producción campesina.
Alternativas y propuestas desde la sociedad.
Producción y consumo: relación campo-ciudad.
Frente a la represión y la violencia, la reconstrucción del tejido social.
Formas de lucha y resistencia.
Los asistentes al encuentro trabajaron en mesas simultáneas donde profundizaron, a partir de sus experiencias, estos seis temas, cada quien opinó desde el lugar en donde defiende sus patrimonios naturales. Conforme avanzaban las participaciones encontraron similitudes en sus luchas y concluyeron que se enfrentan a los mismos enemigos que se apoderan de sus tierras, de su agua y de sus vidas, de recibir las mismas violaciones de sus derechos humanos por parte de los tres poderes de gobierno, de soportar los hostigamientos por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, de aguantar y resistir los secuestros, las ejecuciones, desapariciones y extorciones de las familias por parte del crimen organizado; las conclusiones de las meses de trabajo fueron retroalimentadas por las experiencias y opiniones del sentir de las personas que pudieron participar.

Por otro lado el FPDT de Atenco circuló un boletín en donde se proponía lo siguiente:

Integración de Coordinaciones Regionales con el objetivo de agrupar a las diversas organizaciones.
Integración de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Regionales en Defensa del Territorio, del Agua y la Identidad Comunitaria.
El establecimiento de un plan de lucha a corto y mediano plazo.
La concertación con organizaciones regionales que no asisten a este evento para integrar una fuerza más amplia y sólida.
Establecer agendas de trabajo con instancias de todos los niveles para impulsar nuestras propuestas de aprovechamiento y conservación de los recursos territoriales con los que cuenten los pueblos y comunidades del país, para incidir activamente en el establecimiento de políticas públicas.
Convocar a corto plazo, a una reunión nacional constitutiva de la coordinadora de organizaciones regionales, pueblos y comunidades.
Establecer comisiones de trabajo.
Ratificar nuestra solidaridad y compromiso con las luchas de los pueblos de México.
Uno de los miembros del FDPT afirmó que «para el pueblo de Atenco sigue pendiente la respuesta de justicia, la cuenta está pendiente, nuestras tierras siguen en la mira de este gobierno, vamos a seguir sembrando nuestras tierras, vamos a seguir luchando y defendiendo la tierra, como país y luchas tenemos que estar juntos».

Ya el domingo 17 de agosto, luego de la continuación de las discusiones y de haberse dado a conocer los resolutivos de cada mesa, en la declaración final leída por América del Valle, se dijo:
Queremos heredar a nuestros hijos y sus hijos nuestra tierra, nuestro amor por ella. El momento histórico que nos toca enfrentar es muy complejo. Pero como los abuelos nos han enseñado a mirar el horizonte, volteamos a ver las resistencias de los pueblos que nos han dado ejemplos. De ellas y ellos retomamos los frutos y aprendizajes para enriquecer nuestros caminos de lucha, para defender nuestros territorios, levantar nuestras voces y reivindicar que existimos, que tenemos derechos. Nuestra lucha es por la vida misma.

¡Nos negamos a tener precio!, ¡nos negamos a perder nuestra libertad, a poner nuestra tierra en venta!, ¡la última palabra la tiene el pueblo!, ¡el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra somos todos!