Las autoridades ambientales dieron permiso al dueño de TV Azteca para explotar la mina de oro Los Cardones, que acabaría parte de la biosfera de la Sierra La Laguna, principal yacimiento de agua en la península de Baja California. Ricardo Salinas quiere abrir una mina de tajo a cielo abierto que acabaría con la montaña y contaminaría el agua, el aire y la tierra, denuncian ambientalistas.
A las concesiones de televisión, radio, bancos, empresas de energía a Ricardo Salinas Pliego, ahora el gobierno de Enrique Peña Nieto le hizo un regalo al dueño de Tv Azteca y Grupo Electra: darle permiso para explotar la mina de oro a tajo a cielo abierto Los Cardones, ubicado en el municipio de La Paz, Baja California Sur. El proyecto acabaría con 60% de la reserva natural Sierra La Laguna principal zona de recarga de acuíferos de la penísula ubicada en una región desértica.
A las concesiones de televisión, radio, bancos, empresas de energía a Ricardo Salinas Pliego, ahora el gobierno de Enrique Peña Nieto le hizo un regalo al dueño de Tv Azteca y Grupo Electra: darle permiso para explotar la mina de oro a tajo a cielo abierto Los Cardones, ubicado en el municipio de La Paz, Baja California Sur. El proyecto acabaría con 60% de la reserva natural Sierra La Laguna principal zona de recarga de acuíferos de la penísula ubicada en una región desértica.
En semanas recientes, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó el Manifiesto de Impacto Ambiental para permitir el proyecto, pese a los argumentos científicos de expertos y organizaciones sobre el riesgo y la inviabilidad ambiental de la mina de tajo a cielo abierto.
Ricardo Salinas Pliego está detrás del megaproyecto minero Los Cardones, asegura la vocera del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida”, Irina Trasviña Mar, quien denunció que el empresario mexicano, dueño medios de comunicación, equipos de fútbol, bancos, telecomunicaciones, tiendas departamentales, es “uno de los principales accionistas” en la mina Los Cardones.
Tras un largo litigio de la población y los ambientalistas contra el proyecto minero, Salinas Pliego, a través de una de sus empresas, compró las acciones a una empresa canadiense.
La Semarnat dio la autorización al proyecto el 12 de junio. El tajo a cielo abierto autorizado será de 100 metros por 400 de alto para la extracción del metal por 16 años. La mayor parte del proyecto abarca el área natural protegida que forma parte de la red de reservas de la biosfera de la Unesco.
Tras varios intentos en el sexenio anterior, el 16 de octubre de 2013 presentó el manifiesto de impacto ambiental y que fue autorizado por el subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental, Rafael Pacchiano.
De acuerdo con el documento de 178 páginas enviado a la empresa Desarrollos Zapal, filial de Grupo Invecture –de capital mexicano–, la cual hace unos meses compró las acciones a la canadiense Vista Gold, se le pidieron condicionantes como planes de manejo de residuos mineros, una garantía por uso de cianuro, impartir pláticas y acciones de educación ambiental. La empresa todavía debe obtener permisos de la Comisión Nacional de Agua para obras de infraestructura hidráulica y de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas para la explotación o aprovechamiento de recursos en la reserva ecológica.
Ricardo Salinas Pliego está detrás del megaproyecto minero Los Cardones, asegura la vocera del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida”, Irina Trasviña Mar, quien denunció que el empresario mexicano, dueño medios de comunicación, equipos de fútbol, bancos, telecomunicaciones, tiendas departamentales, es “uno de los principales accionistas” en la mina Los Cardones.
Tras un largo litigio de la población y los ambientalistas contra el proyecto minero, Salinas Pliego, a través de una de sus empresas, compró las acciones a una empresa canadiense.
La Semarnat dio la autorización al proyecto el 12 de junio. El tajo a cielo abierto autorizado será de 100 metros por 400 de alto para la extracción del metal por 16 años. La mayor parte del proyecto abarca el área natural protegida que forma parte de la red de reservas de la biosfera de la Unesco.
Tras varios intentos en el sexenio anterior, el 16 de octubre de 2013 presentó el manifiesto de impacto ambiental y que fue autorizado por el subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental, Rafael Pacchiano.
De acuerdo con el documento de 178 páginas enviado a la empresa Desarrollos Zapal, filial de Grupo Invecture –de capital mexicano–, la cual hace unos meses compró las acciones a la canadiense Vista Gold, se le pidieron condicionantes como planes de manejo de residuos mineros, una garantía por uso de cianuro, impartir pláticas y acciones de educación ambiental. La empresa todavía debe obtener permisos de la Comisión Nacional de Agua para obras de infraestructura hidráulica y de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas para la explotación o aprovechamiento de recursos en la reserva ecológica.
Los riesgos de una minera tóxica
El proyecto minero abarca 543 hectáreas, de las cuales 316 están dentro del área natural protegida. La mayor parte de la superficie es forestal (en medio del desierto) y se ocuparán 469 hectáreas para obras y áreas mineras. Se tiene proyectado un acueducto de 36 kilómetros conectará con una planta desalinizadora en la costa del Pacífico, en Playitas, de la cual se obtendrán 7 mil 500 metros cúbicos de agua al día y la salmuera que se produce en este proceso se enviará al mar. También habrá una zona de desechos mineros, conocida como presa de jales, con lixiviados y químicos altamente tóxicos.
Entre los riesgos que organizaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y habitantes de la zona han ubicado están que el proyecto se ubica en el área natural protegida Sierra La Laguna, que es zona de recarga de agua, en una región desértica; el uso intensivo de explosivos y la utilización de cianuro en el proceso de extracción del metal, que contaminará la tierra, el agua y el aire. La empresa tiene proyectado utilizar 240 toneladas de explosivos y 200 toneladas de cianuro de sodio.
No es la única mina que tiene Salinas Pliego, pero sí la que hoy día representa mayor riesgo al medio ambiente y que amenaza a la Sierra La Laguna.
Tal parece que el pago de facturas del gobierno a los monopolios de las comunicaciones, incluye meterlos a los negocios de telecomunicaciones, petroleros, energéticos y mineros, entre otros.
El proyecto minero abarca 543 hectáreas, de las cuales 316 están dentro del área natural protegida. La mayor parte de la superficie es forestal (en medio del desierto) y se ocuparán 469 hectáreas para obras y áreas mineras. Se tiene proyectado un acueducto de 36 kilómetros conectará con una planta desalinizadora en la costa del Pacífico, en Playitas, de la cual se obtendrán 7 mil 500 metros cúbicos de agua al día y la salmuera que se produce en este proceso se enviará al mar. También habrá una zona de desechos mineros, conocida como presa de jales, con lixiviados y químicos altamente tóxicos.
Entre los riesgos que organizaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental y habitantes de la zona han ubicado están que el proyecto se ubica en el área natural protegida Sierra La Laguna, que es zona de recarga de agua, en una región desértica; el uso intensivo de explosivos y la utilización de cianuro en el proceso de extracción del metal, que contaminará la tierra, el agua y el aire. La empresa tiene proyectado utilizar 240 toneladas de explosivos y 200 toneladas de cianuro de sodio.
No es la única mina que tiene Salinas Pliego, pero sí la que hoy día representa mayor riesgo al medio ambiente y que amenaza a la Sierra La Laguna.
Tal parece que el pago de facturas del gobierno a los monopolios de las comunicaciones, incluye meterlos a los negocios de telecomunicaciones, petroleros, energéticos y mineros, entre otros.