En Huitzizilapan se pretende construir un proyecto residencial con un campo de golf que forma parte del proyecto de la autopista y otras obras de urbanización.
CAROLINA BEDOYA MONSALVE
CAROLINA BEDOYA MONSALVE
San Lorenzo de Huitzizilapan es una de las trece comunidades afectadas por la construcción de la autopista Toluca- Naucalpan, que conectará la lujosa zona de Santa Fe con el aeropuerto internacional del estado de Toluca. El domingo seis de julio, los opositores a esta obra realizaron una cadena humana para impedir la asamblea donde se daría el cambio de uso de suelo de tierras ejidales y la respuesta del gobierno municipal fue la represión y violencia para imponerles una obra que destruirá su territorio.
Este proyecto pondrá en peligro lugares sagrados importantes para la cultura Otomí, como el cerro de la campana, un lugar de suma importancia dentro de su cosmogonía, pues aquí las comunidades indígenas de San Lorenzo realizan ceremonias sagradas.
En la región conocida como el paraje del llano de los negros, aproximadamente siete hectáreas de bosque ya han sido taladas por la constructora Autopistas de Vanguardia; además, esta empresa también trabaja en comunidades como Xochicuautla, con maquinaria para abrir brechas y hacer trabajos topográficos.
Pedro Cleto Mireles trabajó desde muy pequeño como voluntario en la brigada de incendios forestales de su comunidad. Actualmente muchos de sus compañeros decidieron meterse a la política y ofrecer esos bosques, que antes cuidaban, a las grandes empresas. “Ellos dicen que están haciendo un aprovechamiento forestal, pero es sólo un maquillaje de la indiscriminada tala de árboles que están realizando, para darle vía a la obra”.
La autopista Toluca – Naucalpan es un proyecto que impulsó el ex gobernador del Estado de México y actual presidente de México Enrique Peña Nieto, que será construida en la serranía del bosque Otomí – Mexica, el Santuario del Agua y el río San Lorenzo.
En Huitzizilapan se pretende construir un proyecto residencial con un campo de golf que, explica Pedro Cleto, forma parte del proyecto de la autopista y otras obras de urbanización, tales como gasolineras, hoteles y restaurantes. Muchos de estos proyectos estarán sobre el paraje del Manzano, ubicado a quince minutos de la zona residencial de Santa Fe y a veinte minutos de Toluca.
El proyecto destruirá cerca de mil 300 hectáreas de tierras, de éstas 150 son de bosque y pertenecen al principal pulmón de la zona metropolitana del Valle de México y Toluca, además de ser el mayor afluente de agua, del que se afectarán alrededor de 250 millones de litros de agua por año.
“La represión durante la realización de la asamblea el fin de semana, fue consecuencia de lo que quieren hacer las autoridades municipales y los funcionarios locales con estas tierras”, denuncia Cleto Mireles y agrega que estas autoridades ya han hecho asambleas para que se apruebe el proyecto, a pesar de la oposición de la mayoría de las comunidades.
Las y los pobladores tomaron la decisión de no acudir a las asambleas convocadas por el comisariado ejidal, por no estar de acuerdo con la autopista y las expropiaciones de tierras de uso común, aprobadas el pasado 29 de mayo por el presidente Peña Nieto, y que la comunidad considera ilegales, porque según la ley las tierras de uso común son “inalienables, imprescriptibles e inembargables”.
“El cambio de uso de suelo ha generado, en asambleas anteriores, que el pueblo esté inconforme y que decidamos tomar cartas en el asunto” expresa Pedro Cleto y añade que el 13 de abril fue la primera asamblea convocada para desincorporar predios, pero al ser todo ello tan confuso, generó en la gente indignación, por lo que desde ese momento muchos se declararon opositores al proyecto.
A pesar de toda la oposición, el pasado 11 de mayo la comisaria ejidal convocó a otra asamblea, pero “nosotros, al ver que las autoridades estaban pasando por encima de nuestra decisión, decidimos bloquear la asamblea y no se pudo realizar”, manifiesta el activista de San Lorenzo.
“El domingo seis de julio, alrededor de veinte mujeres se quedaron vigilando la entrada, junto con otros hombres, de la oficina de bienes comunales, donde se realizaría una asamblea; a las 5 de la mañana, un camión de la policía que tenía vallas metálicas impedía el paso a las personas que nos oponemos al proyecto”, denuncia Cleto Mireles.
Horas más tarde llegaron alrededor de 200 granaderos y golpearon a las mujeres que estaban custodiando la entrada de la comisaria ejidal. Los granaderos cercaron toda el área y los pobladores, al verse acorralados, tocaron las campanas de las demás comunidades y cientos de personas acudieron a brindarles su apoyo, ante la llegada de más de mil granaderos que arribaron al lugar.
“En ese momento se levantó un acta donde expresamos nuestro rechazo a este tipo de asambleas, y cuando se retiraron las autoridades municipales, algunos funcionarios locales y granaderos nos empiezaron a agredir”, denuncia Pedro Cleto.
Cleto Mireles explica que Huitzizilapan es una comunidad que se rige por sus usos y costumbres: “somos una comunidad originaria y el gobierno no puede quitarnos la autoridad que tenemos sobre estas tierras, la gente está dispuesta a todo si ellos continúan con la idea de querer quitarnos lo que nos pertenece”.
El agua que está comunidad consume proviene de los manantiales del Santuario del bosque, considerada Reserva Ecológica, pero a pesar de esto las autoridades durante siete años han intentando realizar este proyecto sin consultar a las comunidades. .
“Ya le comunicamos a las autoridades que si continúan con la idea de quitarnos nuestros territorios, de despojarnos, nosotros cerraremos todas las carreteras que sean necesarias. Todos los pueblos de la región de la montaña nos estamos organizando cada vez más, desde Santa María Atarasquillo, Xochicuatla, Santiago Analco y haremos un sólo frente para frenar al gobierno. Queremos que sepan que estamos dispuestos a todo por nuestro territorio”, manifiesta Cleto.
Huitzizilapan es una comunidad con una cultura e historia ancestral, concluye el activista, “somos una comunidad otomí que resiste y por eso continuamos siendo rurales, hemos defendido nuestros bosques; tenemos unos valles, cerros hermosos, también manantiales, escurrideros y de ellos se surte de agua a la Ciudad de México y Toluca; es por todo esto que seguimos día a día defendiendo lo que es nuestro”.
Fuente: Desinformémonos.
Este proyecto pondrá en peligro lugares sagrados importantes para la cultura Otomí, como el cerro de la campana, un lugar de suma importancia dentro de su cosmogonía, pues aquí las comunidades indígenas de San Lorenzo realizan ceremonias sagradas.
En la región conocida como el paraje del llano de los negros, aproximadamente siete hectáreas de bosque ya han sido taladas por la constructora Autopistas de Vanguardia; además, esta empresa también trabaja en comunidades como Xochicuautla, con maquinaria para abrir brechas y hacer trabajos topográficos.
Pedro Cleto Mireles trabajó desde muy pequeño como voluntario en la brigada de incendios forestales de su comunidad. Actualmente muchos de sus compañeros decidieron meterse a la política y ofrecer esos bosques, que antes cuidaban, a las grandes empresas. “Ellos dicen que están haciendo un aprovechamiento forestal, pero es sólo un maquillaje de la indiscriminada tala de árboles que están realizando, para darle vía a la obra”.
La autopista Toluca – Naucalpan es un proyecto que impulsó el ex gobernador del Estado de México y actual presidente de México Enrique Peña Nieto, que será construida en la serranía del bosque Otomí – Mexica, el Santuario del Agua y el río San Lorenzo.
En Huitzizilapan se pretende construir un proyecto residencial con un campo de golf que, explica Pedro Cleto, forma parte del proyecto de la autopista y otras obras de urbanización, tales como gasolineras, hoteles y restaurantes. Muchos de estos proyectos estarán sobre el paraje del Manzano, ubicado a quince minutos de la zona residencial de Santa Fe y a veinte minutos de Toluca.
El proyecto destruirá cerca de mil 300 hectáreas de tierras, de éstas 150 son de bosque y pertenecen al principal pulmón de la zona metropolitana del Valle de México y Toluca, además de ser el mayor afluente de agua, del que se afectarán alrededor de 250 millones de litros de agua por año.
“La represión durante la realización de la asamblea el fin de semana, fue consecuencia de lo que quieren hacer las autoridades municipales y los funcionarios locales con estas tierras”, denuncia Cleto Mireles y agrega que estas autoridades ya han hecho asambleas para que se apruebe el proyecto, a pesar de la oposición de la mayoría de las comunidades.
Las y los pobladores tomaron la decisión de no acudir a las asambleas convocadas por el comisariado ejidal, por no estar de acuerdo con la autopista y las expropiaciones de tierras de uso común, aprobadas el pasado 29 de mayo por el presidente Peña Nieto, y que la comunidad considera ilegales, porque según la ley las tierras de uso común son “inalienables, imprescriptibles e inembargables”.
“El cambio de uso de suelo ha generado, en asambleas anteriores, que el pueblo esté inconforme y que decidamos tomar cartas en el asunto” expresa Pedro Cleto y añade que el 13 de abril fue la primera asamblea convocada para desincorporar predios, pero al ser todo ello tan confuso, generó en la gente indignación, por lo que desde ese momento muchos se declararon opositores al proyecto.
A pesar de toda la oposición, el pasado 11 de mayo la comisaria ejidal convocó a otra asamblea, pero “nosotros, al ver que las autoridades estaban pasando por encima de nuestra decisión, decidimos bloquear la asamblea y no se pudo realizar”, manifiesta el activista de San Lorenzo.
“El domingo seis de julio, alrededor de veinte mujeres se quedaron vigilando la entrada, junto con otros hombres, de la oficina de bienes comunales, donde se realizaría una asamblea; a las 5 de la mañana, un camión de la policía que tenía vallas metálicas impedía el paso a las personas que nos oponemos al proyecto”, denuncia Cleto Mireles.
Horas más tarde llegaron alrededor de 200 granaderos y golpearon a las mujeres que estaban custodiando la entrada de la comisaria ejidal. Los granaderos cercaron toda el área y los pobladores, al verse acorralados, tocaron las campanas de las demás comunidades y cientos de personas acudieron a brindarles su apoyo, ante la llegada de más de mil granaderos que arribaron al lugar.
“En ese momento se levantó un acta donde expresamos nuestro rechazo a este tipo de asambleas, y cuando se retiraron las autoridades municipales, algunos funcionarios locales y granaderos nos empiezaron a agredir”, denuncia Pedro Cleto.
Cleto Mireles explica que Huitzizilapan es una comunidad que se rige por sus usos y costumbres: “somos una comunidad originaria y el gobierno no puede quitarnos la autoridad que tenemos sobre estas tierras, la gente está dispuesta a todo si ellos continúan con la idea de querer quitarnos lo que nos pertenece”.
El agua que está comunidad consume proviene de los manantiales del Santuario del bosque, considerada Reserva Ecológica, pero a pesar de esto las autoridades durante siete años han intentando realizar este proyecto sin consultar a las comunidades. .
“Ya le comunicamos a las autoridades que si continúan con la idea de quitarnos nuestros territorios, de despojarnos, nosotros cerraremos todas las carreteras que sean necesarias. Todos los pueblos de la región de la montaña nos estamos organizando cada vez más, desde Santa María Atarasquillo, Xochicuatla, Santiago Analco y haremos un sólo frente para frenar al gobierno. Queremos que sepan que estamos dispuestos a todo por nuestro territorio”, manifiesta Cleto.
Huitzizilapan es una comunidad con una cultura e historia ancestral, concluye el activista, “somos una comunidad otomí que resiste y por eso continuamos siendo rurales, hemos defendido nuestros bosques; tenemos unos valles, cerros hermosos, también manantiales, escurrideros y de ellos se surte de agua a la Ciudad de México y Toluca; es por todo esto que seguimos día a día defendiendo lo que es nuestro”.
Fuente: Desinformémonos.