martes, 15 de julio de 2014

¿Por qué se defiende el territorio de los proyectos de muerte en la Sierra Norte de Puebla?

Con la “tecnología y la ciencia” en la sierra nororiental del estado de Puebla, así como en cualquier lugar del país, muere y desaparece la “cultura mística, los valores, los principios y su política”; se deteriora la “naturaleza”, las únicas pequeñas áreas como pulmón de la nación mexicana. Se contaminan las formas de vida, de pensamientos y actitud.

Ante la pregunta lanzada en el título de esta colaboración, la ecología simplista y funcional tendría una respuesta inmediata: de él se obtienen los medios de subsistencia. El capitalismo vería de forma similar el territorio: es simplemente un lugar de obtención de riqueza. Ya Philippe Descola (1986, 2004, p. 25) ha señalado que en la cultura occidental dominante, junto con la actual globalización económica, se han empeñado en distinguir la naturaleza y la cultura en un lógica que sólo está al servicio de una instrumentalidad ecológica simplista. De tal forma que se puede complementar esa lógica capitalista al arrebatar la tierra y el agua a poblaciones campesinas e indígenas para ponerlas al servicio de diversos proyectos de “desarrollo”, como la mega minería destructiva. Sin embargo, las concepciones sobre el territorio y la naturaleza en la Sierra Norte de Puebla han sido poco exploradas.

El Taller de Tradición Oral y Pierre Beaucage (1996) han mostrado ya que los terrenos de siembra de los nahuas de la Sierra Norte de Puebla contienen un aprovechamiento y conocimiento que implica su permanente alteración, pero bajo una óptica de beneficio y de respeto, inclusive cuando se trata de predios comercialmente dedicados al cultivo del café. Existe una distinción entre las siembras nahuas de café y de quienes no son nahuas y también siembran comercialmente el café. En los primeros existe un aprovechamiento, conocimiento de los diferentes tipos de terrenos y de plantas comestibles, curativas y ornamentales; conocen los nombres de todos los predios, agrícolas o no, con lo cual transforman el medio pero con un cuidado tal, que se puede sostener que es una relación social con la tierra, se le cuida y se le protege, rebasando una simple necesidad humana de comercialización del café.

Por su parte, Nicolas Ellison (2007), entre los totonacos anunció un sistema de producción vinculado con las concepciones de la naturaleza domesticada, principios retomados de Philippe Descola, llamándole a la relación que los totonacos tienen con su territorio, concepción tutelaría:

“Esta concepción ‘tutelaría’ de la relación entre hombres y medio ambiente, actualmente en vía de desarticulación, es una forma de socialización de la “naturaleza” (entorno biofísico) o de apropiación simbólica del espacio menos alterado por la acción humana. Cabe mencionar que en la cosmogonía totonaca como prácticamente en todas las cosmogonías amerindias, el mundo fue, primero, poblado sólo de “gentes” que se fueron diferenciando luego entre animales, plantas y seres humanos. De ahí la atribución de un espíritu o alma a los animales, las plantas y hasta las rocas (las cuales a noche peligran de transformarse en ocelotes o en monstruos).” (Ellison 2007, párrafo 15)

Esto significa que los totonacos vinculan el territorio, por ejemplo el del monte (o manchones de vegetación abundante donde no se siembra) o el rancho (lugar de trabajo, de siembra), a cierto tipo de entidades que actúan en la vida contemporánea.

El territorio no está inhabitado, al contrario, tiene en su ser más interno, una serie de entidades que son reguladoras de conductas (pueden castigar a un hombre o una mujer que son infieles), pueden enfermar a quienes infringen en sus espacios sagrados (como las cuevas o manantiales por medio del susto) o bien promueven la abundancia en la cosecha. La deidad principal sería malakatsucuná’, el dios omnipresente-creador, identificado también como Puchina, dios y creador de todas las cosas de la tierra y del universo. Interviene en el “monte” o el “rancho”, eso que el capitalismo llama “naturaleza”, separada de la vida humana, con su “espíritu” o esencia en cada una de las cosas en donde existe el o los dueños, las entidades tutelarías: xmalaná, dueño o su dueño, el dueño de; malaná significa el dueño o patrón. Los xmalaná se despliegan en todos los ámbitos del territorio totonaco. Conformaría un conjunto de entidades tutelares mayores, como el poder que engloba una serie de subdivisiones: en orden jerárquico, tutelaría el xmalanáchichini’. Los creadores serían el sol, y la xmalanápapa’, la dueña o creadora de la luna, no obstante que la cosmovisión totonaca designa a la luna como un ente masculino, pero se debe indagar antropológicamente al respecto, pero este trabajo no averigua al respecto. Posteriormente llegan otras deidades o dioses secundarios, como el xmalanáun, el dueño del viento, xmalanátit, dueño de la tierra, el xmalanáchuchut, el dueño del agua. Otras nociones de la vida entre los totonacos de San Juan Ozelonacaxtla, Huehuetla, Puebla, serían las de xamalanákuxi, dueño del maíz; y xmalanákakiwin, dueño de del rancho y del monte, es decir, se engloba en este sentido las diferentes esferas comprendidas en lo no humano, relacionado con la tierra: el lugar donde viven las entidades tutelares, por ejemplo donde vive kiwikgolo’, como el xmalanákakiwin, y el lugar de trabajo de los seres humanos, la parcela o rancho, como llaman los totonacos el área de trabajo, pero también incluye en sus dominios el monte, o manchones donde la selva baja es visible y habita la fauna de diferentes tipos.

Esta visión del territorio es perceptible en la actualidad -con ligeras variaciones dependiendo de la comunidad de la que se hable-, en los lugares que hoy el capitalismo rapaz y la ceguera del gobierno mexicano se empeña en construir minas y controlar el agua.

¿Un capitalista podrá entender las relaciones que nahuas y totonacos tienen con su medio ambiente?

Parece ser que la respuesta es negativa, ya que ellos sólo se alimentan de la destrucción, de la acumulación rapaz al considerar el territorio un instrumento que engrosa las cuentas bancarias sin contemplar las visiones del mundo de nahuas y totonacos que habitan la sierra nororiental del estado de Puebla. Descartan el cuidado y manutención de la siembra comercial, como lo mostró el Taller de Tradición Oral y Beaucage, y desconocen, por lo limitado de su visión instrumental sobre el territorio, las entidades tutelarías que habitan el monte y el rancho de las poblaciones nahuas y totonacas.



Publicado en:

http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2014/07/12/por-que-se-defiende-el-territorio-de-los-proyectos-de-muerte-en-la-sierra-norte-de-puebla/


Gobierno de Guerrero, fabricador de delitos: Nestora Salgado.

Desde una prisión de máxima seguridad en Tepic, Nayarit, Nestora Salgado, comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá” envía un mensaje a sus compañeros: “no tengan miedo de nada, que yo no estoy presa por ser policía comunitaria, sino que me crearon unas acusaciones falsas”.

“Al gobierno le molesta que existamos, nosotros sólo pedimos seguridad para nuestros pueblos, no nos debemos a nadie, sólo a nuestros pueblos”, declara desde un penal de máxima seguridad en Tepic, Nayarit, Nestora Salgado, comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá.

Acusada del delito de secuestro desde hace más de diez meses, Salgado denuncia que el gobernador y el procurador del estado le crearon un delito, todo porque ella denunció las complicidades entre el crimen organizado y los funcionarios locales, lo que la llevó a un encarcelamiento plagado de irregularidades en todo el proceso. Nestora asegura que lo que le está ocurriendo es parte de una ofensiva contra la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias de Guerrero – Policía Comunitaria (CRAC – PC), que nació en 1995.

En la Montaña y la Costa Chica de Guerrero, después de que diversas organizaciones denunciaron y se organizaron para impedir la entrada de diversos proyectos mineros, se agudizaron la creciente criminalización, el encarcelamiento y la compra de voluntades de algunos dirigentes sociales de la zona.

Eliseo del Villar, quién fuera coordinador de la CRAC – PC, hace un año fue acusado de robo a la institución comunitaria, y quedó en evidencia su vínculo con el gobierno de Ángel Aguirre. Villar es responsable, con el gobierno, de criminalizar y encarcelar a los y las policías comunitarias porque le molestaban; sus acciones llegaron al extremo de enfrentamientos armados que provocaron el fallecimiento de varias personas, denuncia Nestora.

Como parte del clima de represión que se vive en Guerrero, en los últimos días, Marco Antonio Súastiegui Muñoz, miembro de Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la presa La Parota (CECOP), y de la policía comunitaria adherida a la CRAC – PC, que luchan contra uno de los proyectos más ambiciosos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), fue torturado y detenido el 17 de Junio por parte de la Policía Ministerial (PM), acusado de tentativa de homicidio, y enviado al mismo penal donde se encuentra Nestora Salgado.
Los dos son presos políticos que además de que pertenecen a organizaciones históricas en la región, se han organizado por el alto índice de violencia e inseguridad en una región donde se encuentran las principales entradas a la Montaña, lugar de interés de las empresas mineras.

Los activistas que están presos actualmente son: Arturo Campos Herrera, indígena Na savi y consejero de la Policía Comunitaria; Nestora Salgado García, Gonzalo Molina González, Promotor en Tixtla de la Policía Comunitaria; Antonia Cano Morales, joven Na Savi; José Leobardo Maximino, recluido en un penal de Acapulco por portación de armas de fuego de uso exclusivo del ejército; Marco Antonio Súastegui, opositor a la presa La Parota; Rafael García Guadalupe, Benito Morales Justo, Abad Francisco Ambrosio, Florentino García Castro, Eleuterio García Carmen, Samuel Ramírez Carmen, Ángel García García, Bernardino García Francisco, en total 18 policías comunitarios que el 21 de agosto de 2013, en operativos en las comunidades de El Paraíso y Olinalá, mientras se llevaba a cabo un protesta, fueron apresados.

Desde el penal de Tepic, en entrevista telefónica con Desinformémonos, Nestora Salgado explica que ha recibido muchas visitas de varios centros de derechos humanos, pero “aunque vengan los defensores, la cosa se pone peor, aquí no hay cambios. Es vergonzoso cómo trabaja la Procuraduría General de la República junto con el gobernador (Ángel Aguirre). Es obvio que les estorbamos, eso me queda claro”.

La exigencia de libertad de Nestora Salgado ha cruzado las fronteras. Diversas organizaciones se han movilizado junto a personalidades políticas de Estados Unidos, para exigir al gobierno su liberación inmediata.

“Me da miedo pensar cuánta gente inocente esta en esta prisión. Yo creo que vale la pena luchar por ellos; yo les digo a los que han estado conmigo en esta lucha que no tengan miedo de nada, que yo no estoy presa por ser policía comunitaria, sino que me crearon unas acusaciones falsas”, concluye la comandanta, en los escasos cinco minutos que le dieron permiso de hablar.